Dualidad cuerpo y alma
Panpsiquismo
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o sistema formal del tipo que tendría que ser una mente física. Penrose (1990) ha argumentado que el problema de detención de Turing tiene consecuencias similares.Pero hay otras cuestiones menos técnicas y más fáciles de apreciar. Mencionaré cuatro formas en las que las teorías fisicalistas del pensamiento parecen vulnerables al ataque de los dualistas
(a) Al menos desde la época del Concepto de la Mente de Ryle (1949), se ha asumido que el pensamiento puede ser manejado de una manera disposicionalista; así que sólo las sensaciones o “sentimientos crudos” constituyen un problema para el fisicalista. Ha habido un aumento o un resurgimiento de la creencia en lo que ahora se llama fenomenología cognitiva, es decir, la creencia de que los pensamientos, de cualquier tipo -creencias, deseos y toda la gama de estado de actitud proposicional- son conscientes en un sentido más que funcional de comportamiento. Esto plantea problemas para el fisicalismo, ya que, al igual que es un problema que el conocimiento directo de “cómo es” experimentar tus sensaciones esté en última instancia oculto para cualquier otra persona, lo que estás pensando es directamente accesible sólo en privado, una vez que se ha concedido que tiene una fenomenología y no sólo una manifestación funcional.
Argumento del dualismo
La mente sigue siendo uno de los mayores misterios de la ciencia. Parece ser tan diferente de otras sustancias físicas que, durante la mayor parte de la historia, la gente creía que no era una sustancia física en absoluto. Muchos de los primeros filósofos creían en el dualismo mente-cuerpo. Esto significa que pensaban que la mente está compuesta por una sustancia diferente al cerebro, una sustancia que piensa[1].
En el siglo V a.C., Sócrates y Platón creían que la mente y el cuerpo están hechos de sustancias diferentes. Platón sostenía que la mente y el cuerpo son fundamentalmente diferentes porque la mente es racional, lo que significa que el examen de la mente puede conducir a la verdad. En cambio, no podemos creer nada de lo que experimentamos a través de los sentidos, que son parte del cuerpo, porque pueden ser engañados.
Platón no confiaba en los sentidos porque podemos confundir la realidad con la imaginación. Los casos más extremos ocurren cuando soñamos o alucinamos, pero esto también ocurre cuando confundimos un objeto con otro. Platón demostró que a menudo se nos presentan ilusiones de este tipo. Un palo, por ejemplo, puede parecer doblado en el agua y, sin embargo, cuando lo recogemos, descubrimos que está recto. Las cosas no son siempre lo que parecen, y no siempre somos conscientes de que estamos cometiendo estos errores. Para encontrar el verdadero conocimiento, tenemos que examinar nuestra propia mente en lo que se conoce como “introspección racional”.
Filosofía de la mente
Los dualistas de la filosofía de la mente hacen hincapié en la diferencia radical entre mente y materia. Todos ellos niegan que la mente sea lo mismo que el cerebro, y algunos niegan que la mente sea totalmente un producto del cerebro. Este artículo explora las diversas formas en que los dualistas intentan explicar esta diferencia radical entre el mundo mental y el físico. Se analizan una amplia gama de argumentos a favor y en contra de las distintas opciones dualistas.
Los dualistas de la sustancia suelen argumentar que la mente y el cuerpo están compuestos por sustancias diferentes y que la mente es una cosa pensante que carece de los atributos habituales de los objetos físicos: tamaño, forma, ubicación, solidez, movimiento, adhesión a las leyes de la física, etc. Los dualistas de la sustancia se dividen en varios bandos, dependiendo de cómo piensen que la mente y el cuerpo están relacionados. Los interaccionistas creen que las mentes y los cuerpos se afectan mutuamente de forma causal. Los ocasionalistas y los paralelistas, generalmente motivados por la preocupación de preservar la integridad de la ciencia física, lo niegan, atribuyendo en última instancia toda la interacción aparente a Dios. Los epifenomenalistas ofrecen una teoría de compromiso, afirmando que los sucesos corporales pueden tener como efecto sucesos mentales al tiempo que niegan que lo contrario sea cierto, evitando cualquier amenaza a la ley científica de conservación de la energía a costa de la noción de sentido común de que actuamos por razones.
Definición de dualismo de sustancias
Uno de los legados más profundos y duraderos de la filosofía de Descartes es su tesis de que la mente y el cuerpo son realmente distintos, tesis que ahora se denomina “dualismo mente-cuerpo”. Llega a esta conclusión argumentando que la naturaleza de la mente (es decir, una cosa pensante y no extendida) es completamente diferente de la del cuerpo (es decir, una cosa extendida y no pensante), y por tanto es posible que uno exista sin el otro. Este argumento da lugar al famoso problema de la interacción causal mente-cuerpo que aún se debate hoy en día: ¿cómo puede la mente hacer que se muevan algunos de nuestros miembros corporales (por ejemplo, levantar la mano para hacer una pregunta), y cómo pueden los órganos sensoriales del cuerpo causar sensaciones en la mente cuando sus naturalezas son completamente diferentes? Este artículo examina estas cuestiones, así como la propia respuesta de Descartes a este problema a través de sus breves observaciones sobre cómo la mente se une al cuerpo para formar un ser humano. Se mostrará cómo estas cuestiones surgen debido a una concepción errónea de la teoría de Descartes sobre la unión mente-cuerpo, y cómo la concepción correcta de su unión evita esta versión del problema. El artículo comienza con un examen del término “distinción real” y de las probables motivaciones de Descartes para mantener su tesis dualista.