
Como ca mbiar las creencias para cambiar el potencial
Cambiar las creencias al instante
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También hay una línea de investigación que se centra en cómo la experiencia de fenómenos meteorológicos extremos puede afectar a las actitudes y preocupaciones proambientales: el “vínculo experiencia-percepción” (Lang y Ryder, 2016). Por ejemplo, van der Linden (2015) descubrió que experimentar fenómenos meteorológicos extremos estaba relacionado positivamente con la percepción del riesgo medioambiental. Del mismo modo, Li et al. (2011) informaron de que era más probable que las personas hicieran donaciones en favor del medio ambiente después de interpretar el aumento de la temperatura local como una prueba del calentamiento global (véase también Joireman et al., 2010).
Sin embargo, algunos estudios muestran que la experimentación de fenómenos meteorológicos extremos no aumenta la preocupación por el medio ambiente (por ejemplo, Whitmarsh, 2008). Un meta-análisis reciente descubrió que las experiencias autodeclaradas de clima extremo solo tenían un pequeño efecto positivo sobre la creencia en el cambio climático, mientras que experimentar el cambio climático local tenía un efecto de tamaño medio (Hornsey et al., 2016). Estos resultados pueden interpretarse como una sugerencia de que los fenómenos meteorológicos extremos aumentan la atención sobre el cambio climático en determinadas condiciones; concretamente, cuando los fenómenos meteorológicos extremos se experimentan como temperaturas locales anormales (calentamiento local), cuando los fenómenos meteorológicos extremos son temporalmente próximos, o cuando los fenómenos meteorológicos extremos se asocian a daños financieros (Sicso et al., 2017).
Encontrar las creencias fundamentales
MétodosAntes de revisar la literatura sobre los marcos de intervención, necesitábamos establecer un conjunto de criterios para evaluar su utilidad. Para ello, nuestro método consistió en tres pasos: una revisión bibliográfica sistemática y una evaluación de los marcos de intervención para el cambio de conducta existentes, el desarrollo de un nuevo marco y una prueba de la fiabilidad del nuevo marco.Establecimiento de criterios de utilidadA partir del análisis expuesto en la Introducción, establecimos tres criterios de utilidad:
El archivo adicional 7 muestra cómo los marcos existentes cumplen los criterios de utilidad. Es evidente que ningún marco cubría todas las funciones y categorías y, por tanto, no cumplía el criterio de exhaustividad. Sólo tres marcos cumplieron el criterio de coherencia. Dado que las políticas sólo pueden influir en el comportamiento a través de las intervenciones que permiten o apoyan, parecía apropiado situar las intervenciones entre éstas y el comportamiento. La forma más parsimoniosa de hacerlo parecía ser representar todo el sistema de clasificación en términos de una “rueda de cambio de comportamiento” (BCW) con tres capas, como se muestra en la figura 2. No se trata de un modelo lineal, ya que los componentes del sistema de comportamiento interactúan entre sí, al igual que las funciones de la capa de intervención y las categorías de la capa de política.
Creencias básicas
El cambio organizativo a gran escala siempre ha sido difícil, y no faltan investigaciones que demuestran que la mayoría de las transformaciones siguen fracasando. El entorno dinámico actual añade un nivel adicional de urgencia y complejidad. Las empresas deben reaccionar cada vez más a los cambios repentinos del mercado, a otras perturbaciones externas y a los imperativos de los nuevos modelos de negocio. Lo que está en juego es más importante que nunca.
Sabemos por la investigación que los seres humanos se esfuerzan por lograr la congruencia entre sus creencias y sus acciones y experimentan disonancia cuando éstas no están alineadas. Por tanto, creer en el “por qué” de un cambio puede inspirar a la gente a cambiar su comportamiento. En la práctica, sin embargo, nos encontramos con que muchos líderes de la transformación asumen falsamente que el “por qué” está claro para la organización en general y, en consecuencia, no dedican suficiente tiempo a comunicar la razón de ser de los esfuerzos de cambio.
Este error común es predecible. Las investigaciones demuestran que las personas suelen sobrestimar el grado en que los demás comparten sus propias actitudes, creencias y opiniones, una tendencia conocida como efecto de falso consenso. Los estudios también ponen de relieve otro fenómeno que contribuye a ello, la “maldición del conocimiento”: a la gente le resulta difícil imaginar que los demás no saben algo que ellos mismos saben. Para ilustrar esta tendencia, en un estudio de Stanford se pidió a los participantes que repicaran los ritmos de canciones conocidas y predijeran la probabilidad de que otros adivinaran cuáles eran. Los que tocaban predijeron que los oyentes identificarían correctamente la mitad de las canciones; en realidad, lo hicieron menos del 5% de las veces2.
Cómo deshacerse de las creencias limitantes
Sin embargo, las experiencias personales sobre los impactos del cambio climático no siempre aumentan la preocupación o motivan la acción. La literatura sobre el razonamiento motivado sugiere que las personas suelen procesar la nueva información de forma sesgada para generar su conclusión favorita y mantener sus creencias previas (Kunda, 1990; Dawson et al., 2002; Myers et al., 2013). Por ello, las creencias previas de los individuos sobre el cambio climático pueden influir en su interpretación de las fluctuaciones de las condiciones meteorológicas locales. Esto puede reducir sustancialmente la probabilidad de que los individuos escépticos reconozcan la realidad y las consecuencias del cambio climático, lo que a su vez podría disminuir su disposición a adoptar acciones de adaptación (por ejemplo, pagar un seguro contra daños por inundaciones) y/o de mitigación (por ejemplo, decidir viajar en tren en lugar de volar; Lorenzoni y Pidgeon, 2006; Weber, 2006).
En esta pequeña revisión, ofrecemos una visión general de la literatura existente sobre las interrelaciones entre la experiencia personal de las anomalías meteorológicas locales, los fenómenos meteorológicos extremos y las creencias sobre el cambio climático. En primer lugar, revisamos los estudios que examinan si las experiencias personales determinan las creencias y las acciones, y esbozamos los factores moderadores, teniendo en cuenta la literatura relevante en la investigación de las decisiones conductuales. A continuación, revisamos los trabajos que examinan la influencia de las creencias preexistentes sobre el cambio climático en las interpretaciones de las experiencias relacionadas con el tiempo, en relación con los trabajos sobre el razonamiento motivado. Finalmente, identificamos las limitaciones de la investigación existente y sugerimos direcciones para la investigación futura. En los materiales suplementarios en línea se puede encontrar una visión general de las características básicas de todos los estudios revisados y los principales resultados de cada uno de ellos.