Cordoba actitudes y creencias

Cordoba actitudes y creencias

Edificio Empire en DAR AL-ISLAM 1200-1450 [AP

Córdoba está situada en el interior de Andalucía, donde se mezclan pasado y modernidad. Esta ciudad milenaria, cuyo centro histórico ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad, es un legado vivo de las diferentes culturas que se asentaron aquí a lo largo de su historia.

No hay muchos lugares en el mundo que puedan decir que han sido capital de la Hispania Ulterior bajo el Imperio Romano, y capital del Califato Omeya. Una verdadera ciudad del conocimiento, donde nacieron figuras como Séneca, Averroes o Maimónides.

Si pasea por el casco antiguo descubrirá un bello entramado de callejuelas, plazas y patios encalados que rodean la Mezquita-Catedral, reflejo de la importancia de la ciudad en la Edad Media, y símbolo de la misma.

El califato de Córdoba convirtió a esta ciudad en una de las más cultas y refinadas de la Europa medieval. En el siglo X, bajo Abderramán III, la Medina (ciudad) contaba con 1.000 mezquitas, 800 baños árabes y un avanzado sistema de alumbrado público.

El Islam y Europa — Lugares de conflicto

En el siglo X, Córdoba era la ciudad más espectacular de Europa y quizá del mundo entero. La ciudad contaba con calles pavimentadas y bien iluminadas, agua corriente, miles de tiendas y una gran cantidad de librerías y bibliotecas, incluida la del califa, que contaba con unos 400.000 libros. La joya de la corona de Córdoba era la colosal mezquita encargada por Abd al-Rahman I en el año 785 d. C. y ampliada por sus sucesores de la dinastía omeya que gobernaba Córdoba. En el año 929, los omeyas habían reclamado para sí el manto del califato, en un intento de convertir su capital, Córdoba, en el centro de todo el mundo musulmán.

  Evolucion ciencia o creencia

La Mezquita de Córdoba era el símbolo del poder omeya y también el centro de la vida intelectual de la ciudad. Con capacidad para 40.000 personas, la mezquita servía como principal espacio de oración de la ciudad y también como universidad, donde acudía a estudiar la élite intelectual del mundo islámico occidental. El edificio inspiraba tanto respeto que, cuando Córdoba sucumbió a las fuerzas de Fernando III en 1236, sus nuevos gobernantes cristianos transformaron la mezquita en una catedral, conservando su nicho de oración (orientado hacia La Meca) y sus célebres arcos de herradura rojos y blancos.

2021-05-16 puente de hierro los molinos, córdoba

En el siglo X, Córdoba era la ciudad más espectacular de Europa y quizás del mundo entero. La ciudad contaba con calles pavimentadas y bien iluminadas, agua corriente, miles de tiendas y una gran cantidad de librerías y bibliotecas, incluida la biblioteca del califa, que contaba con unos 400.000 libros. La joya de la corona de Córdoba era la colosal mezquita encargada por Abd al-Rahman I en el año 785 d. C. y ampliada por sus sucesores de la dinastía omeya que gobernaba Córdoba. En el año 929, los omeyas habían reclamado para sí el manto del califato, en un intento de convertir su capital, Córdoba, en el centro de todo el mundo musulmán.

  Juez victima y sistema de creencias

La mezquita de Córdoba era el símbolo del poder omeya y también el centro de la vida intelectual de la ciudad. Con capacidad para 40.000 personas, la mezquita servía como principal espacio de oración de la ciudad y también como universidad, donde acudía a estudiar la élite intelectual del mundo islámico occidental. El edificio inspiraba tanto respeto que, cuando Córdoba sucumbió a las fuerzas de Fernando III en 1236, sus nuevos gobernantes cristianos transformaron la mezquita en una catedral, conservando su nicho de oración (orientado hacia La Meca) y sus célebres arcos de herradura rojos y blancos.

Auge y declive de la ciencia en el Islam

Puede que Ibn Hazm de Córdoba, erudito piadoso y literato de la Andalucía del siglo XI, no sea muy conocido, pero sus ideas ciertamente generan controversia. El Papa Benedicto XVI lo citó como un dechado de pensamiento religioso oscurantista en su discurso de 2006 en Ratisbona, Alemania, que pretendía llamar a la Europa cristiana a la racionalidad de su propia tradición de fe, pero enfureció a los musulmanes de todo el mundo. El tratamiento que Benedicto hizo de Ibn Hazm no le hizo justicia al pasar por alto el contexto más amplio de su pensamiento. Pero los puntos de vista de Ibn Hazm son muy apreciados hoy en día en el mundo del salafismo, una tendencia del Islam contemporáneo conocida por sus enfoques literalistas de las escrituras. Sus escritos sobre el judaísmo y el cristianismo se cuentan entre los tratamientos más duros de la historia del islam sobre la llamada Gente del Libro y siguen influyendo en las actitudes de los musulmanes hacia los judíos y los cristianos. Lo mismo puede decirse de su tratamiento del chiísmo.

  Modelo de creencias critica y emancipadora

La obra más conocida de Ibn Hazm en las universidades occidentales es El anillo de la paloma, una obra maestra de la literatura sobre el arte -y las tribulaciones- del amor. Reflejando su educación en una familia de alto rango en el Califato Omeya de la España musulmana, constituye una serie de penetrantes reflexiones sobre los variados anhelos que un ser humano puede tener por otro. Ibn Hazm admite el carácter irreprimible de lo que él llama la más dulce de las enfermedades, e incluso ofrece consejos sobre técnicas de seducción. Dada su reputación de erudito y polemista, nunca deja de sorprender a los estudiantes ver este lado tan humano de Ibn Hazm.

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