
Creencias en choco colombia
Alimentos taínos
Este artículo traza un mapa de las formas polémicas de la vida política que surgen cuando coinciden los derechos multiculturales y la extracción no formal de oro. En concreto, muestra cómo, en el departamento colombiano del Chocó, los consejos comunitarios afrodescendientes han producido una forma única de gobernanza minera que, si bien depende para su legitimidad de los usos cotidianos de la legislación afrocolombiana, consiste en la organización, tributación y vigilancia de las actividades mineras que están en tensión con las nociones oficiales de derecho extractivo y multicultural. Al explorar estas políticas culturales “subterráneas”, el artículo pone de manifiesto los límites de los análisis estadocéntricos del “multiculturalismo neoliberal” y, en consecuencia, subraya el papel instrumental que desempeñan los sujetos gobernados en el desarrollo sobre el terreno de los regímenes de gobernanza multicultural.
Multiculturalismo subterráneo: Políticas culturales contenciosas en las regiones mineras del Chocó, Colombia. / Jonkman, Jesse. En: Journal of Latin American Studies, Vol. 53, No. 1, 02.2021, p. 25-52.Resultado de la investigación: Contribución a la revista ‘ Artículo ‘ Académico ‘ revisión por pares
Mitología kuna
Según los informes de los investigadores de campo de esa organización, las iglesias y las casas de los pastores fueron marcadas con las iniciales del grupo paramilitar Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC); no se les permitió celebrar cultos ni visitar a los fieles en sus casas. Estas amenazas forman parte de las estrategias de estos grupos para reforzar su control en la zona.
Esta situación impide el pleno ejercicio del derecho a la libertad religiosa ya que, a pesar de que las comunidades religiosas representan un importante actor social y un elemento esencial para la implementación de los acuerdos de paz, las autoridades no son capaces de implementar estrategias de seguridad que les permitan continuar con sus actividades sin poner en riesgo su seguridad humana.
Religión kuna
La Fe Baháʼí en Colombia comienza con referencias al país en la literatura baháʼí ya en 1916,[1] con visitas de baháʼís ya en 1927.[2] El primer colombiano se unió a la religión en 1929[3] y la primera Asamblea Espiritual Local Baháʼí fue elegida en Bogotá en 1944[4] con el inicio de la llegada de pioneros coordinados desde Estados Unidos y logró una Asamblea Espiritual Nacional independiente en 1961. [5] Para 1963 había once asambleas locales[6] En la década de 1980 se desarrollaron en Colombia instituciones que han influido en actividades internas e independientes de la religión en otros países: FUNDAEC[7][8] y el Instituto Ruhi[9] La Asociación de Archivos de Datos de Religión (basándose principalmente en la Enciclopedia Cristiana Mundial) estimó unos 70.000 baháʼís (0,2% de la población) en 2005,[10] y aproximadamente lo mismo en 2010[11].
ʻAbdu’l-Bahá, el hijo del fundador de la religión, escribió una serie de cartas, o tablillas, a los seguidores de la religión en Estados Unidos en 1916-1917; estas cartas se recopilaron en el libro titulado Tablas del Plan Divino. La sexta de las tablillas fue la primera en mencionar las regiones de América Latina y fue escrita el 8 de abril de 1916, pero se retrasó su presentación en Estados Unidos hasta 1919 – después del final de la Primera Guerra Mundial y de la gripe española. La sexta tablilla fue traducida y presentada por Mirza Ahmad Sohrab el 4 de abril de 1919, y publicada en la revista Star of the West el 12 de diciembre de 1919[12].
Guahibo
El departamento del Chocó, en la costa pacífica de Colombia, es una de las regiones más pobres del país. La atención sanitaria y los servicios básicos son limitados y muchos asentamientos no tienen acceso a las tecnologías de la comunicación. En la zona se hablan seis idiomas y los niveles de alfabetización son bajos.
Un equipo de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, dirigido por la Dra. Paula Zapata y el Dr. José Mauricio Hernández Sarmiento, lleva muchos años trabajando en la zona. Querían descubrir la prevalencia del virus en estas zonas remotas. La experiencia del Dr. Spanellis en gamificación ofreció nuevas ideas para comunicar sobre la transmisión y los tratamientos del virus.
Lo más importante de todo fue la compañía que nos brindaron los investigadores en estos momentos difíciles en los que nadie quería apoyarnos. El Dr. Mauricio aportó una voz de aliento a nuestros colegas en estos tiempos de pandemia. Este apoyo no lo ha dado nadie más, fue decidido, arriesgado, y lo valoramos mucho.Loselinio Velazquez Tegaiza, Comisión de Salud de los Pueblos Indígenas del Choco