
Evolucion ciencia o creencia
Argumentos contra el diseño inteligente
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La comprensión científica requiere tanto hechos como teorías que puedan explicar esos hechos de forma coherente. La evolución, en este contexto, es tanto un hecho como una teoría. Es un hecho incontrovertible que los organismos han cambiado, o evolucionado, durante la historia de la vida en la Tierra. Y los biólogos han identificado e investigado los mecanismos que pueden explicar los principales patrones de cambio.
El campo de la biología evolutiva trata de dar explicaciones a cuatro patrones conspicuos que se manifiestan en la naturaleza. Los tres primeros se refieren a las especies vivas, mientras que el cuarto se refiere a los fósiles.
La biología evolutiva proporciona un marco científico para comprender los cambios que se han producido desde que surgieron las primeras formas de vida en la Tierra hace varios miles de millones de años. Bioquímicos, geólogos y físicos buscan explicaciones naturales al origen de la vida en la Tierra. Aunque se ha avanzado en este campo, el origen de la vida sigue siendo una pregunta interesante, pero sin respuesta.
Es imposible repasar todas las pruebas de la evolución en un artículo breve como éste. Sin embargo, a continuación se ofrece una muestra de los tipos de pruebas que han sido descubiertas y confirmadas repetidamente por los científicos. Estos ejemplos también ilustran la importancia de estas pruebas para la ciencia y la sociedad en general.
Científicos ateos
Muchos científicos y filósofos de la ciencia han descrito la evolución como un hecho y una teoría, una frase que fue utilizada como título de un artículo por el paleontólogo Stephen Jay Gould en 1981. Gould describe los hechos en la ciencia como datos que no se conocen con absoluta certeza, pero que “se confirman hasta tal punto que sería perverso negarles un asentimiento provisional”[1] Una teoría científica es una explicación bien fundamentada de tales hechos. Los hechos de la evolución proceden de las pruebas observacionales de los procesos actuales, de las imperfecciones de los organismos que registran la descendencia común histórica y de las transiciones en el registro fósil. Las teorías de la evolución proporcionan una explicación provisional de estos hechos[1].
Cada una de las palabras evolución, hecho y teoría tiene varios significados en diferentes contextos. En biología, la evolución se refiere a los cambios observados en los organismos a lo largo de generaciones sucesivas, a su descendencia de un ancestro común y, a nivel técnico, a un cambio en la frecuencia de los genes a lo largo del tiempo; también puede referirse a las teorías explicativas (como la teoría de la selección natural de Charles Darwin) que explican los mecanismos de la evolución. Para un científico, un hecho puede describir una observación repetible con la que todos están de acuerdo; puede referirse a algo que está tan bien establecido que nadie en una comunidad está en desacuerdo con él; y también puede referirse a la verdad o falsedad de una proposición. Para el público, teoría puede significar una opinión o conjetura (por ejemplo, “es sólo una teoría”), pero entre los científicos tiene una connotación mucho más fuerte de “explicación bien fundamentada”. Con este número de opciones, la gente puede a menudo hablar más de la cuenta, y los significados se convierten en objeto de análisis lingüístico.
Creacionista
Para muchas personas de diferentes creencias religiosas, la teoría de la evolución no supone un conflicto. Sin embargo, los fundamentalistas cristianos, en particular, pueden presentar la evolución y la religión como opuestas. Algunos piensan que, aceptar los principios clave del pensamiento evolutivo es negar sus creencias religiosas, y esta perspectiva puede generar un conflicto considerable. A esto no contribuyen algunos defensores de la evolución, que hacen declaraciones despectivas sobre las creencias religiosas y promueven la evolución como explicación de todo lo que hay que saber sobre la vida. Es importante entender que la ciencia occidental se desarrolló en el seno de la Iglesia y los filósofos explicaron tradicionalmente las maravillas de la vida natural a través de un creador. Sin embargo, nuestro conocimiento y comprensión del mundo natural, desarrollado mediante la aplicación del método científico, nos ha proporcionado una explicación moderna y comprobable de la historia y las relaciones de los seres vivos.
Este equipo de redacción adopta la postura de que no hay conflicto entre la Religión y la Evolución porque son dos áreas incompatibles que no tienen nada que ver entre sí. Sin embargo, entendemos que ésta no es necesariamente la opinión de todos. Por ello, hemos preparado la siguiente sección para suscitar el debate crítico y la reflexión sobre algunas de las cuestiones.
Cómo se crea el mundo en la ciencia
Nathan Aaron Kerrigan no trabaja, consulta, posee acciones o recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.
Puede que la evolución y la religión no estén en guerra después de todo. Es cierto que a veces pueden parecer visiones del mundo incompatibles y enfrentadas: la ciencia evolutiva es rechazada regularmente por figuras prominentes con creencias religiosas, y su enseñanza en las escuelas religiosas es a menudo controvertida. Y, sin embargo, mucha gente parece acomodarse felizmente a ambas. En Estados Unidos, donde más de nueve de cada diez personas dicen creer en Dios, el 50% cree en alguna forma de evolución.
Es posible que muchas de estas personas no comprendan del todo la naturaleza de la evolución tal y como la plantea la ciencia. Pero la mayoría de los científicos que estudian el tema tampoco lo ven en términos tan combativos. La Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. aboga por una cálida acogida tanto de la religión como de la evolución. En una encuesta realizada en 2010 entre científicos evolucionistas, el 87% de los encuestados afirmó haber encontrado alguna forma de hacer compatibles la religión y la evolución. Un reciente artículo (ahora retractado) de la revista científica PLOS One incluso se refería de forma controvertida a las manos humanas como un “diseño propio del Creador”. ¿Cómo se las arreglan los científicos para conciliar estas dos formas opuestas de explicar nuestros orígenes?