
Lista de percepciones y creencias irracionales
Distorsiones cognitivas
Aunque la realidad de la mayoría de estos sesgos está confirmada por investigaciones reproducibles,[2][3] a menudo hay controversias sobre cómo clasificar estos sesgos o cómo explicarlos[4] Se conocen varias causas teóricas para algunos sesgos cognitivos, lo que proporciona una clasificación de los sesgos por su mecanismo generador común (como el procesamiento ruidoso de la información[5]). Gerd Gigerenzer ha criticado el encuadramiento de los sesgos cognitivos como errores de juicio, y es partidario de interpretarlos como derivados de desviaciones racionales del pensamiento lógico[6].
Las explicaciones incluyen reglas de procesamiento de la información (es decir, atajos mentales), denominadas heurísticas, que el cerebro utiliza para producir decisiones o juicios. Los sesgos tienen diversas formas y aparecen como sesgos cognitivos (“fríos”), como el ruido mental,[5] o sesgos motivacionales (“calientes”), como cuando las creencias están distorsionadas por el pensamiento de deseos. Ambos efectos pueden estar presentes al mismo tiempo[7][8].
También hay controversias sobre algunos de estos sesgos en cuanto a si se consideran inútiles o irracionales, o si dan lugar a actitudes o comportamientos útiles. Por ejemplo, al conocer a otros, la gente tiende a hacer preguntas capciosas que parecen estar orientadas a confirmar sus suposiciones sobre la persona. Sin embargo, también se ha argumentado que este tipo de sesgo de confirmación es un ejemplo de habilidad social; una forma de establecer una conexión con la otra persona[9].
Rebt
Si quieres ver las formas en que tu mente te está llevando por el mal camino, no basta con mirar lo que estás pensando. También tienes que examinar cómo piensas. La psicóloga Joan Rosenberg nombra cinco patrones de pensamiento defectuosos y explica cómo puedes empezar a cambiarlos.
Si observas el contenido de tu mente, ¿la mayoría de tus pensamientos serían positivos, optimistas y de aceptación, o negativos, pesimistas y cínicos? Una parte importante de nuestra sensación de bienestar está ligada a lo que pensamos, o al contenido de nuestros pensamientos. ¿Sus pensamientos sugieren calma y satisfacción, o ira, decepción y ansiedad?
Lo que está en tu mente -o lo que piensas- está determinado por cómo piensas, o por tus patrones de pensamiento. Y de hecho, ciertas suposiciones y errores cognitivos pueden contribuir a una experiencia de depresión y hacer que las personas se sientan más infelices con sus vidas, dice el psiquiatra y pionero de la terapia cognitivo-conductual David Burns en su libro Feeling Good: La nueva terapia del estado de ánimo. Estos errores de pensamiento pueden dejar a uno con una pobre visión de sí mismo, sin interés por conectar con los demás y sin deseo o energía para perseguir objetivos.
Modelo Abc
Sin embargo, hay algunas ocasiones en las que es posible que quieras dudar de lo que te dice tu cerebro. No es que su cerebro le mienta a propósito, sino que puede haber desarrollado algunas conexiones defectuosas o no útiles a lo largo del tiempo.
Puede ser sorprendentemente fácil crear conexiones defectuosas en el cerebro. Nuestro cerebro está predispuesto a establecer conexiones entre pensamientos, ideas, acciones y consecuencias, independientemente de que estén realmente conectadas o no.
Esta tendencia a establecer conexiones donde no hay una verdadera relación es la base de un problema común a la hora de interpretar la investigación: la suposición de que porque dos variables están correlacionadas, una causa o lleva a la otra. El estribillo “¡correlación no equivale a causalidad!” es familiar para cualquier estudiante de psicología o ciencias sociales.
Es demasiado fácil ver una coincidencia o una relación complicada y hacer suposiciones falsas o demasiado simplistas en la investigación, al igual que es fácil conectar dos eventos o pensamientos que ocurren alrededor del mismo tiempo cuando no hay vínculos reales entre ellos.
Creencias básicas
La irracionalidad es la cognición, el pensar, el hablar o el actuar sin inclusión de la racionalidad. Se describe más específicamente como una acción u opinión dada por el uso inadecuado de la razón, o por la angustia emocional o la deficiencia cognitiva. El término se utiliza, normalmente de forma peyorativa, para describir el pensamiento y las acciones que son, o parecen ser, menos útiles, o más ilógicas que otras alternativas más racionales[1][2].
Los comportamientos irracionales de las personas incluyen ofenderse o enfadarse por una situación que aún no se ha producido, expresar emociones de forma exagerada (como llorar histéricamente), mantener expectativas poco realistas, participar en conductas irresponsables como la intoxicación problemática, la desorganización y ser víctima de trucos de confianza. Las personas con una enfermedad mental como la esquizofrenia pueden mostrar una paranoia irracional.
Estas concepciones normativas más contemporáneas de lo que constituye una manifestación de irracionalidad son difíciles de demostrar empíricamente porque no está claro según qué criterios debemos juzgar el comportamiento como racional o irracional[cita requerida].