
Test de grado de acuerdo con creencias machistas
Efectos del machismo
Las culturas difieren mucho en sus prácticas morales. Como ilustra la antropóloga Ruth Benedict en Patterns of Culture, la diversidad es evidente incluso en aquellas cuestiones de moralidad en las que esperaríamos estar de acuerdo:
Otros antropólogos señalan una serie de prácticas consideradas moralmente aceptables en algunas sociedades, pero condenadas en otras, como el infanticidio, el genocidio, la poligamia, el racismo, el sexismo y la tortura. Estas diferencias pueden llevarnos a cuestionar si existen principios morales universales o si la moralidad es simplemente una cuestión de “gusto cultural”. Las diferencias en las prácticas morales entre culturas plantean una cuestión importante en ética: el concepto de “relativismo ético”.
El relativismo ético es la teoría que sostiene que la moralidad es relativa a las normas de la propia cultura. Es decir, que si una acción es correcta o incorrecta depende de las normas morales de la sociedad en la que se practica. La misma acción puede ser moralmente correcta en una sociedad pero ser moralmente incorrecta en otra. Para el relativista ético, no existen normas morales universales, es decir, normas que puedan aplicarse universalmente a todos los pueblos en todo momento. Las únicas normas morales con las que se pueden juzgar las prácticas de una sociedad son las propias. Si el relativismo ético es correcto, no puede haber un marco común para resolver disputas morales o para llegar a un acuerdo sobre cuestiones éticas entre los miembros de diferentes sociedades.
Estereotipos típicos
Stephanie CoontzPeta Henderson13 de octubre de 2017 comentarios “Explicaciones” de la dominación masculinaPara explicar los orígenes de la subordinación femenina necesitamos una teoría que dé cuenta del control del trabajo de las mujeres por parte de los hombres.
Píxide de tierra blanca con un grupo de mujeres realizando tareas domésticas. Realizada en el Ática, c. 460-450 a.C. vía British Museum.Publicado en 1986, Women’s Work, Men’s Property: The Origins of Gender and Class, editado por Stephanie Coontz y Peta Henderson, comprende cinco ensayos de un grupo de historiadoras y antropólogas feministas francesas y estadounidenses, en busca de las bases sociohistóricas de la desigualdad de género. La introducción de las editoras, que se reproduce a continuación, pasa revista a los esfuerzos anteriores -antropológicos, sociobiológicos, psicológicos e históricos- para exhumar el origen de la dominación masculina antes de exponer las conclusiones de su propio estudio.
La dominación masculina es una de las primeras formas de desigualdad conocidas y más extendidas en la historia de la humanidad. Para algunos, la sola idea de un libro sobre los orígenes de la desigualdad sexual es absurda. La dominación masculina les parece una relación universal, si no inevitable, que ha estado con nosotros desde los albores de nuestra especie. Sin embargo, cada vez hay más pruebas y teorías que sugieren que no es así, y varios estudiosos han empezado a abordar la cuestión de la dominación masculina como un fenómeno histórico, basado en un conjunto de circunstancias específicas más que derivado de algún aspecto universal de la naturaleza humana o de la cultura. Los ensayos de este volumen ofrecen diferentes perspectivas sobre el desarrollo de la diferenciación de los roles sexuales y la desigualdad sexual (ambos no son en absoluto idénticos), pero comparten la creencia de que estos fenómenos tuvieron orígenes, y que éstos deben buscarse en los acontecimientos y procesos sociohistóricos. Antes de pasar a estas teorías, nos gustaría revisar críticamente algunas de las explicaciones alternativas de la desigualdad sexual.
Conversación sexista
Los términos introducidos en el glosario proceden de diversas fuentes: instrumentos internacionales y regionales de derechos humanos de las mujeres; documentos legislativos y estratégicos de la Unión Europea y del Consejo de Europa, relacionados específicamente con la igualdad de género y la integración de la perspectiva de género; evolución legislativa y política en Europa y a nivel internacional.
Por acción afirmativa o positiva se entiende la acción destinada a favorecer el acceso de los miembros de determinadas categorías de personas, en este caso concreto, las mujeres, a los derechos que tienen garantizados, en la misma medida que los miembros de otras categorías, en este caso concreto, los hombres”.
“En algunos casos, la razón por la que se constata la existencia de discriminación se debe a que se aplica la misma norma a todos sin tener en cuenta las diferencias pertinentes. Para remediar y prevenir este tipo de situaciones, los gobiernos, los empleadores y los proveedores de servicios deben asegurarse de que adoptan medidas para ajustar sus normas y prácticas a fin de tener en cuenta dichas diferencias, es decir, deben hacer algo para ajustar las políticas y medidas actuales. En el contexto de la ONU, esto se denomina “medidas especiales”, mientras que en el contexto de la legislación de la UE se habla de “medidas específicas” o “acción positiva”. Al adoptar medidas especiales, los gobiernos pueden garantizar la “igualdad sustantiva”, es decir, la igualdad de oportunidades para acceder a los beneficios disponibles en la sociedad, en lugar de la mera “igualdad formal”.
Roles de género
En línea con un enfoque crítico feminista, nuestro objetivo fue la evaluación y el análisis de la relación entre las actitudes sobre los roles de género y los estereotipos de género en una muestra española de mujeres y hombres. Hemos tomado como marco de análisis la Teoría del Rol Social (Eagly, 1987), las Teorías del Esquema de Género (Bem, 1981; Markus et al., 1982; Spence, 1985), y el Sistema de Creencias de Género (Deaux y Kite, 1987; Kite, 2001). Hemos elegido este marco teórico por ser las principales propuestas en Psicología de Género que han establecido algún tipo de relación entre los cambios sociales en la posición de las mujeres en la sociedad, la adopción de roles y estereotipos de género tradicionales y el mantenimiento de actitudes sexistas sobre hombres y mujeres. Con ello, pretendemos contribuir al estudio del género en España, utilizando responsablemente los procedimientos más adecuados para el análisis de las diferencias entre hombres y mujeres a partir de los resultados de los instrumentos de evaluación de las actitudes sexistas y los estereotipos de género.