
Efectos de las ondas electromagneticas en el cuerpo humano
Efectos positivos y negativos de las ondas electromagnéticas
Contenidos
El ser humano está expuesto a diversos campos electromagnéticos procedentes de fuentes naturales y artificiales. Estos campos hacen que el campo eléctrico del cuerpo afecte al movimiento de los iones, al calor, a la estimulación neuromuscular y a diversos efectos. Los efectos biológicos de estas ondas dependen en gran medida de la forma de onda, la frecuencia y el ángulo entre los campos aplicados y el campo magnético de la Tierra, así como de su continuidad o pulsación. Los campos electromagnéticos provocados por los dispositivos convencionales tienen un nivel estándar y parecen ser inofensivos para el ser humano. Pero los resultados de las investigaciones realizadas en personas concretas, como el personal militar o quienes viven y trabajan cerca de estaciones de radar, puestos de alta presión y transmisores de radio y telecomunicaciones de gran potencia, demuestran que tienen efectos nocivos y que vivir cerca de ellos no está exento de riesgos.
En realidad, la vida actual en la Tierra está inmersa en un mar de campos electromagnéticos naturales. En el último siglo, este entorno natural ha cambiado drásticamente debido a la presencia de un amplio espectro de campos electromagnéticos sintéticos en expansión Las aplicaciones actuales de la comunicación en el campo (terrestre y aéreo), los asuntos militares, la escalada en el mar, así como en las industrias (como la fundición de metales, la fabricación de acero), el uso doméstico y los campos médicos hacen que las personas estén más expuestas a los campos electromagnéticos. Los efectos de los campos electromagnéticos de baja frecuencia son diferentes de los efectos de los campos de alta frecuencia. Esto se debe a que en la baja frecuencia la tensión de la corriente es mayor y es cuando los seres vivos se exponen a ellos libremente y sin protección [1]. La energía electromagnética es absorbida por el cuerpo y convertida en energía térmica, lo que aumenta la temperatura corporal a 1 o 2 °C si la tasa de absorción de energía supera unos 4 vatios por metro cuadrado. Las frecuencias de entre 50 y 80 Hz suelen ser las más peligrosas para el cuerpo. En estas frecuencias, incluso corrientes muy pequeñas causan efectos biológicos significativos [2].
Efecto de las ondas electromagnéticas en el cuerpo humano pdf
El campo eléctrico es producido por el voltaje, que es la presión utilizada para empujar los electrones a través del cable, como el agua es empujada a través de una tubería. A medida que aumenta la tensión, el campo eléctrico aumenta su intensidad. Los campos eléctricos se miden en voltios por metro (V/m).
Un campo magnético es el resultado del flujo de corriente a través de cables o dispositivos eléctricos y aumenta su intensidad a medida que aumenta la corriente. La intensidad de un campo magnético disminuye rápidamente al aumentar la distancia de su fuente. Los campos magnéticos se miden en microteslas (μT, o millonésimas de tesla).
Los campos eléctricos se producen con independencia de que un aparato esté encendido, mientras que los campos magnéticos se producen sólo cuando fluye la corriente, lo que normalmente requiere que el aparato esté encendido. Las líneas eléctricas producen campos magnéticos continuamente porque la corriente siempre fluye a través de ellas. Los campos eléctricos son fácilmente apantallados o debilitados por paredes y otros objetos, mientras que los campos magnéticos pueden atravesar edificios, seres vivos y la mayoría de los materiales.
10 efectos nocivos de las ondas electromagnéticas
Las radiaciones electromagnéticas pueden clasificarse en dos tipos: radiaciones ionizantes y radiaciones no ionizantes, en función de la capacidad de un solo fotón con más de 10 eV de energía para ionizar átomos o romper enlaces químicos.[1] El ultravioleta extremo y las frecuencias más altas, como los rayos X o los rayos gamma, son ionizantes, y estos plantean sus propios peligros especiales: véase intoxicación por radiación.
En 2011, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) clasificaron los campos electromagnéticos de radiofrecuencia como posiblemente cancerígenos para los seres humanos (Grupo 2B)[4].
El calentamiento dieléctrico de los campos electromagnéticos puede crear un peligro biológico. Por ejemplo, tocar o estar cerca de una antena mientras un transmisor de alta potencia está en funcionamiento puede causar quemaduras (el mecanismo es el mismo que el de un horno microondas)[5].
El efecto de calentamiento varía con la potencia y la frecuencia de la energía electromagnética, así como con el cuadrado inverso de la distancia a la fuente. Los ojos y los testículos son especialmente sensibles al calentamiento por radiofrecuencia debido a la escasez de flujo sanguíneo en estas zonas que, de otro modo, podría disipar la acumulación de calor[6].
Estudio de los campos electromagnéticos y su efecto en el cuerpo humano
Un campo eléctrico es producido por el voltaje, que es la presión utilizada para empujar los electrones a través del cable, de forma similar a como se empuja el agua a través de una tubería. A medida que aumenta la tensión, el campo eléctrico aumenta su intensidad. Los campos eléctricos se miden en voltios por metro (V/m).
Un campo magnético es el resultado del flujo de corriente a través de cables o dispositivos eléctricos y aumenta su intensidad a medida que aumenta la corriente. La intensidad de un campo magnético disminuye rápidamente al aumentar la distancia de su fuente. Los campos magnéticos se miden en microteslas (μT, o millonésimas de tesla).
Los campos eléctricos se producen con independencia de que un aparato esté encendido, mientras que los campos magnéticos se producen sólo cuando fluye la corriente, lo que normalmente requiere que el aparato esté encendido. Las líneas eléctricas producen campos magnéticos continuamente porque la corriente siempre fluye a través de ellas. Los campos eléctricos son fácilmente apantallados o debilitados por paredes y otros objetos, mientras que los campos magnéticos pueden atravesar edificios, seres vivos y la mayoría de los materiales.