Como ejercitar la espiritualidad
Lista de ejercicios espirituales
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Todos hemos oído hablar de los beneficios físicos del ejercicio, pero ¿sabías que también puede ser bueno para nuestras almas? Aunque la espiritualidad tiene diferentes significados para cada persona, en el fondo se trata de una sensación de conexión con algo más grande que nosotros mismos, que nos llena de asombro y nos proporciona significado y propósito. Cultivar esa sensación de conexión requiere práctica, y una forma de practicarla es a través del ejercicio.
Como bien dijo la Dra. Stephanie Ludwig, Directora de Bienestar Espiritual de Canyon Ranch Wellness Resort, “hacer ejercicio es moverse, y moverse es estar vivo”. Cuanto más intencionalmente nos movemos y experimentamos la conexión que está disponible a través de ella, más vivos nos volvemos”. La clave es moverse con intención.
Cualquier forma de movimiento (es decir, el ejercicio) sirve. El objetivo es permanecer en el momento, estar y permanecer en el aquí y ahora. Cuando empiezas a hacer ejercicio puedes notar que te vienen a la cabeza un sinfín de pensamientos. Puede que empieces a pensar en todas las cosas que aún tienes que hacer o en todas las cosas que no has hecho y que deberías haber hecho. En lugar de estar en el presente, te encuentras pensando en el pasado o planificando el futuro. Cuando esto empiece a suceder, desplaza tu atención de los pensamientos a los movimientos rítmicos de tu cuerpo.
Espiritualidad física
El elemento espiritual del bienestar puede ser la pieza más personal del rompecabezas cuando se trata de unir las ocho dimensiones del bienestar. En general, a las personas les gusta vivir una vida con sentido y propósito. Cuando se alcanzan estos objetivos, se consigue la armonía en la vida de uno y de las personas de las que se rodea.
Entonces, ¿qué puedes hacer para mejorar tu bienestar espiritual? Lo mejor es averiguar qué técnicas funcionan para ti. Dado que el bienestar espiritual tiene que ver con los valores, las creencias y el propósito de cada uno, puede lograrse de varias maneras, tanto física como mentalmente.
1. Explora tu núcleo espiritual. Al explorar tu núcleo espiritual, simplemente te estás haciendo preguntas sobre la persona que eres y tu significado. Pregúntate a ti mismo: ¿Quién soy? ¿Cuál es mi propósito? ¿Qué es lo que más valoro? Estas preguntas te llevarán por un camino en el que pensarás más a fondo sobre ti mismo y te permitirán notar cosas de ti que te ayudarán a alcanzar la plenitud.
2. Busca significados más profundos. Buscar significados más profundos en tu vida y analizar los patrones que se producen te ayudará a ver que tienes el control sobre tu destino. Ser consciente de ello puede ayudarte a conseguir una vida feliz y saludable.
Ejercicios de gimnasia espiritual
Hace años, cuando tenía poco más de treinta años y era una madre ocupada y flácida de cuatro hijos, una amiga y yo nos propusimos ponernos en forma y ejercer un poco de disciplina física. Nos pusimos unas zapatillas de tenis viejas y raídas, así como camisetas y pantalones cortos desgastados, y nos dispusimos a correr alrededor de la manzana. Para nuestra desgracia, sólo llegamos hasta la primera esquina y casi nos desmayamos de tanto esfuerzo. Pero no nos rendimos. Cada mañana lo volvíamos a intentar. El día que llegamos a la mitad de la milla, estábamos tan contentos que lo celebramos con rosquillas. Ese entrenamiento matutino se alargó a tres millas, luego a cinco, y siempre terminaba con el premio, ¡un donut! Nos pusimos en forma, pero no nos lo tomamos demasiado en serio. Comprendimos que algunas disciplinas son más importantes que otras.
El apóstol Pablo vincula esta idea de entrenamiento o disciplina necesaria con la vida espiritual. Primera Timoteo 4:7 dice: “Entrénate para ser piadoso”. Esa palabra entrenar se deriva de una palabra griega muy antigua de la que obtenemos la palabra inglesa gymnasium. En los tiempos del Nuevo Testamento se refería al ejercicio y al entrenamiento en general. En cierto sentido, Pablo está diciendo: “Entrénate para ser piadoso”. Está llamando a un entrenamiento espiritual.
Ejercicio espiritual en la Biblia
Fue seguramente uno de los momentos personales más memorables registrados durante la presidencia de Obama. Virginia sonríe, baila y corre por el Despacho Oval con una energía que la mayoría de la gente se sorprende de ver en una persona de 106 años. “¿Cuál es el secreto para seguir bailando a los 106 años?”, pregunta el presidente. Virginia responde con más baile y la primera dama ofrece: “Sólo hay que seguir moviéndose”.
Los investigadores han comprobado que incluso una cantidad moderada de ejercicio puede influir significativamente en la calidad de vida, la resistencia a las enfermedades y la esperanza de vida. Dado que el nivel de actividad está tan fuertemente correlacionado con la salud y la longevidad, la cuestión del efecto positivo del ejercicio sobre la salud parece estar resuelta. Ahora los investigadores se preguntan: “¿Existe un nivel óptimo de ejercicio para alargar la vida?” y “¿Se puede exceder?”.
El ejercicio, pues, es una de las estrategias más seguras para conseguir más tiempo, y con más tiempo llega la oportunidad de tener más experiencias, mejor salud física y emocional y una espiritualidad más profunda. Muévete un poco más y probablemente habrá más tiempo y oportunidades para llenar la propia vida de significado y propósito espiritual.