
La culminacion según la espiritualidad
Significado de la culminación
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Cuando leemos y meditamos en la Palabra de Dios, Él nos mostrará dos puntos cada vez. Se trata de la ley y el Evangelio. La ley nos mostrará definitivamente nuestros pecados y el Evangelio nos mostrará la gracia de Dios manifestada. Ambos son muy importantes para que los entendamos y los estudiemos.
Ahora, para nuestro versículo de hoy, habla de que Jesús es el fin de la ley. ¿Qué quiere decir Dios con esto? Significa que Jesús ha puesto fin a la ley. De nuevo, la ley nos muestra nuestros pecados y nos recuerda todos los pecados que hemos hecho contra Dios. Sin embargo, Dios quiere que entendamos que Él ha puesto un alto a la ley y no basará su juicio en ella.
Antes, la ley era nuestra base y nuestra guía para saber si hemos ido demasiado lejos o no. Definitivamente nos muestra nuestros pecados ya que son los principios que debemos seguir y en los que nos basamos para saber si una acción es correcta o incorrecta. La parte mala es que romper la ley es igual a la condena. Es como romper la ley de una nación y por eso uno merece pagar por sus pecados a través de ser puesto en la cárcel.
John Cianciosi: La iluminación: No sólo para Buda
Para estos individuos ordinarios, Buda recomendó prácticas contemplativas que pueden eliminar su apego a los fenómenos mundanos y ayudarles a progresar en su viaje espiritual. Con tales prácticas, en última instancia, logran alcanzar la etapa final de la contemplación, cuando tendrán una comprensión directa de la verdadera naturaleza de los objetos y lograrán alcanzar la liberación. En las enseñanzas de Buda, hay una elaborada discusión de las diferentes etapas, empezando por la primaria, cuando el individuo puede empezar con el proceso de concentrar su mente en un objeto fijo. Otra característica importante del análisis de Buda sobre la contemplación es que dicha práctica no sólo elimina la ignorancia paso a paso, sino que también aporta un avance o progreso en nuestro sistema cognitivo. También aporta un cambio en la culminación de nuestras emociones que, según los budistas, es tan necesaria para nuestro bienestar como el conocimiento. En consecuencia, la literatura budista, tanto la temprana como la posterior, proporciona un elaborado análisis de las diferentes etapas de la conciencia y también de los procesos para pasar de una etapa a otra. En resumen, el análisis budista proporciona un buen ejemplo de prácticas contemplativas que, si se llevan a cabo correctamente, pueden conducir al cultivo del conocimiento y de la buena emoción al mismo tiempo.
DIOS está conmigo || Paz mental TV | Brahma Kumaris
Hay una diferencia fundamental entre los relatos bíblicos de la creación en Génesis 1 y en Génesis 2 y la narrativa materialista secular común en nuestra cultura occidental moderna. Justo González lo subraya en su breve libro [La creación] La manzana de los ojos de Dios. Aunque hay dos relatos de la creación en Génesis 1-2, con detalles que no se pueden armonizar claramente, los relatos coinciden en los puntos teológicos importantes que se superponen. Lo más significativo es que coinciden en que la humanidad, hombre y mujer, es la culminación de la creación.
En el primer relato, el hombre es creado en el sexto día, después del cual Dios descansa. En el segundo, el hombre es creado primero, luego las plantas y los animales -que son creados para dar compañía al hombre, pero no logran ese objetivo- y finalmente el relato culmina con la creación de la mujer. (p. 33)
Más aún, vemos el valor del hombre como culminación de la creación en Génesis 1 y 2 a través de la encarnación. “Jesús no es sólo la respuesta de Dios al pecado, sino la culminación de la creación”. (p. 37) El Hijo se reviste de carne humana, naciendo de mujer. González profundiza un poco en la encarnación en esta discusión. Se ha debatido en la Iglesia si la encarnación es únicamente el remedio para el pecado, o si la encarnación siempre formó parte del plan de Dios para la creación. La historia de la creación-caída-redención-culminación ha llevado a menudo a los cristianos a concluir que sin el pecado no había necesidad de la encarnación. Sin embargo, este no es el único punto de vista, y probablemente no sea el correcto.
CULMINACIÓN DEL MARATÓN MUNDIAL DE ORACIÓN
En el Sutta Pitaka se describen varios tipos de practicantes budistas, según su nivel de realización. El estándar son cuatro, pero también hay descripciones más largas con más tipos. Los cuatro son el que entra en la corriente, el que regresa una vez, el que no regresa y el arahant.
En el Visuddhimagga las cinco etapas son la culminación de las siete purificaciones. Las descripciones están elaboradas y armonizadas, dando la misma secuencia de purificaciones antes de alcanzar cada uno de los cuatro caminos y frutos.
El Sutta Pitaka clasifica los cuatro niveles según los logros de los mismos. En las tradiciones Sthaviravada y Theravada, que enseñan que el progreso en la comprensión se produce de una sola vez, y que la “comprensión” (abhisamaya) no se produce “gradualmente” (sucesivamente – anapurva)”,[6] esta clasificación se elabora aún más, con cada uno de los cuatro niveles descritos como un camino que debe alcanzarse repentinamente, seguido de la realización del fruto del camino.
Según la exégesis Theravada, el proceso de convertirse en un Arahat se caracteriza, por tanto, por cuatro cambios distintos y repentinos, aunque en los sutras se dice que el camino tiene un desarrollo gradual, con la gnosis sólo después de un largo tramo, al igual que el océano tiene una plataforma gradual, una inclinación gradual con una caída repentina sólo después de un largo tramo. El Mahasanghika tenía la doctrina del ekaksana-citt, “según la cual un Buda conoce todo en un solo pensamiento-instante”[7][nota 1].