
Como es una herida sana
Cuidado de las heridas
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El cuerpo humano empieza a curarse por sí mismo después de un corte, una lesión o una intervención quirúrgica, pero a veces una herida se infecta debido a gérmenes o bacterias. Como profesionales sanitarios, es esencial reconocer los signos y síntomas reveladores de la infección para intervenir rápidamente. De lo contrario, puede extenderse rápidamente a otras partes del cuerpo o hacerse crónica por falta de atención. Una parte esencial de la atención eficaz al paciente es comprender cómo abordar y controlar las lesiones, los cortes quirúrgicos y las heridas accidentales.
Cuando un corte o lesión se infecta, empieza a tener un aspecto peculiar junto con un periodo de curación prolongado. Para evitar que la infección se agrave, los profesionales sanitarios deben estar atentos a los signos y síntomas.
El cuidado de cualquier herida es una parte esencial de ser un profesional sanitario. Según las estadísticas, más de 6,5 millones de estadounidenses tienen heridas crónicas. Algunos de los factores más comunes de las heridas que no cicatrizan son:
Las lesiones accidentales, las pequeñas rozaduras o los cortes quirúrgicos necesitan la máxima atención y cuidado para evitar la infección. Es necesario limpiar y proteger la zona lesionada y mantenerla libre de cualquier contaminación. Las heridas más profundas y de mayor tamaño necesitan más cuidados y vigilancia y no se curan de la noche a la mañana.
Curación de heridas là gì
La piel es el órgano más accesible de nuestro cuerpo. Como tal, es muy fácil dañarla o herirla.3 Cuando se lesiona la piel, el tejido corporal pierde su continuidad. Esto puede ocurrir como resultado de un traumatismo, una infección o algún proceso patológico, como la inflamación.6
Cuando la piel se lesiona o se daña, se crea una herida. Una vez que esto ocurre, el cuerpo comienza inmediatamente a repararse a sí mismo. Lo hace restableciendo la integridad de los tejidos para recuperar la función de barrera de la piel.4
La regeneración de los tejidos se produce cuando el cuerpo reemplaza el tejido dañado mediante la replicación de células idénticas. Este es el método de curación ideal. El tejido regenerado tiene la misma función que antes, y la piel se asemeja a su aspecto original. Por desgracia, el cuerpo sólo puede regenerar determinados tipos de células, como las células epiteliales*.6
La reparación tisular se produce cuando el organismo repara el tejido dérmico o subcutáneo dañado o destruido. Sin embargo, en este caso, el tejido reparado pierde su función especializada y su estructura original. Se trata de un proceso más complicado, que provoca cicatrices y cambia el aspecto de la piel.
Por qué la diabetes hace que las heridas se curen lentamente
Hace años, cuando estaba muy verde en el campo del cuidado de las heridas, le preguntaba a una de mis mentoras: “¿Cómo sé qué aspecto tiene una buena herida?”. Me contestó: “Hay rojo y hay ROJO”. Una era buena, la otra era mala. Lo curioso es que yo sabía lo que quería decir.
Entonces, ¿cómo distinguimos entre un rojo bueno y un rojo malo? ¿Cómo juzgamos la rojez que vemos alrededor de una herida? Este mes y el próximo veremos el rojo, con la esperanza de ayudarte a distinguir entre el bueno, el malo y el feo. Este mes nos centraremos en el lecho de la herida en sí. El mes que viene, abordaremos el enrojecimiento que puede presentarse en la piel circundante.
Un buen lecho de la herida saludable tiene un aspecto abultado y fornido con una base firme y adherida. Esto indica que la herida está recibiendo un buen suministro de sangre, que la humedad está equilibrada y que no hay presión perjudicial ni exceso de bacterias que afecten a la herida. La herida en sí tiene un color rojo intenso, pero no hay enrojecimiento en la piel periherida (o circundante).
Observe, de nuevo, el tono rosado pálido del lecho de la herida, mostrado arriba. Hay una separación entre el borde de la piel y la base de la herida. Al sondear el borde tiene unos milímetros de profundidad en la mayor parte del perímetro. Cuando se limpia, la herida no sangra tan fácilmente. El tamaño no ha cambiado en varias semanas: la herida está estancada. Aunque no hay signos evidentes de infección, tampoco hay indicios de que vaya a curarse sin cambiar de rumbo. Si el tamaño de la herida no disminuye en un porcentaje significativo (longitud x anchura x profundidad) a lo largo de 2-4 semanas, el tratamiento debe cambiar. Aunque se ha demostrado que la tasa de curación esperada varía según el tipo de herida, el progreso debe estar presente. Recuerde: Aunque el lecho de una herida tenga un aspecto rosado o rojo, si no progresa es posible que no esté sano.
Signos de buena cicatrización de la herida
Cuando piensa en una herida, ¿qué le viene a la mente? Tal vez sea la rodilla raspada de su hijo o un corte provocado por un incidente en la cocina. Las heridas también pueden ser el resultado de una incisión realizada durante una intervención quirúrgica o un síntoma de una enfermedad como la diabetes.
Cuando se produce una herida, el cuerpo entra en acción para curarse a sí mismo y, por lo general, es capaz de arreglar todo de nuevo. Por eso la rodilla raspada de tu hijo mejora en pocos días y las incisiones quirúrgicas se curan en cuestión de semanas. Pero a veces las heridas permanecen más tiempo del que deberían y, en algunos casos, pueden convertirse en heridas crónicas.
Entonces, ¿cómo saber si la herida se está curando correctamente? ¿Y cómo puede saber si una herida está infectada y puede necesitar atención médica? Siga leyendo para conocer las etapas de la cicatrización de las heridas y qué hacer cuando tiene una herida que no está cicatrizando como debería.
Independientemente de cómo se haya producido una herida, las fases de cicatrización son las mismas. A continuación, veremos cómo el cuerpo detiene la hemorragia, limpia y protege la herida, y construye y fortalece la nueva piel. También explicaremos el tiempo aproximado que debe durar cada etapa.