
Como sanan los huesos fracturados
Suplementos para la curación de fracturas óseas
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Nuestro esqueleto está formado por huesos. Los huesos son un tipo de tejido conectivo, reforzado con calcio y células óseas. Los huesos tienen un centro más blando, llamado médula, donde se producen las células sanguíneas. Las principales funciones de nuestro esqueleto son sostener nuestro cuerpo, permitir el movimiento y proteger nuestros órganos internos.
Hay diferentes tipos de fracturas óseas. Algunas son más graves que otras, dependiendo de la fuerza y la dirección de la misma, del hueso en cuestión y de la edad y el estado de salud general de la persona. Las fracturas óseas más comunes son las de muñeca, tobillo y cadera. Las fracturas de cadera son más frecuentes en las personas mayores.
Las fracturas de huesos tardan entre cuatro y ocho semanas en curarse, dependiendo de la edad y la salud de la persona y del tipo de fractura. Causas de las fracturas óseas Las causas de las fracturas óseas pueden ser: Síntomas de las fracturas óseas Las fracturas son diferentes de otras lesiones del esqueleto, como las luxaciones, aunque en algunos casos puede ser difícil distinguirlas. A veces, una persona puede tener más de un tipo de lesión. En caso de duda, trate la lesión como si fuera una fractura.
Yeso para la pierna rota
Cuando un hueso se rompe, el cuerpo envía señales para que unas células especiales acudan a la zona lesionada. Algunas de estas células especiales hacen que la zona lesionada se inflame (se ponga roja, se hinche y duela). Esto indica al cuerpo que deje de utilizar la parte lesionada para que pueda curarse.
La etapa de remodelación comienza unas 6 semanas después de la lesión. En esta fase, el hueso normal sustituye al callo duro. Si vieras una radiografía del hueso en proceso de curación, tendría un aspecto irregular. Pero a lo largo de los siguientes meses, el hueso se remodela para que vuelva a tener el mismo aspecto que antes de la lesión.
Cómo curar rápidamente los huesos rotos
La renovación ósea continúa después del nacimiento hasta la edad adulta. La remodelación ósea es la sustitución del tejido óseo viejo por tejido óseo nuevo. Implica los procesos de deposición o producción de hueso por parte de los osteoblastos y de resorción ósea por parte de los osteoclastos, que descomponen el hueso viejo. El crecimiento normal del hueso requiere vitaminas D, C y A, además de minerales como el calcio, el fósforo y el magnesio. Hormonas como la hormona paratiroidea, la hormona del crecimiento y la calcitonina también son necesarias para el correcto crecimiento y mantenimiento de los huesos.
Las tasas de recambio óseo, es decir, la velocidad a la que el hueso viejo es sustituido por hueso nuevo, son bastante elevadas, ya que cada semana se recicla entre el cinco y el siete por ciento de la masa ósea. Existen diferencias en las tasas de recambio en las distintas zonas del esqueleto y en las diferentes áreas de un hueso. Por ejemplo, el hueso de la cabeza del fémur puede reemplazarse por completo cada seis meses, mientras que el hueso del eje se altera mucho más lentamente.
La remodelación ósea permite que los huesos se adapten a las tensiones volviéndose más gruesos y fuertes cuando se someten a ellas. Los huesos que no están sometidos a las tensiones diarias normales (por ejemplo, cuando una extremidad está escayolada) empezarán a perder masa.
Los huesos rotos son más fuertes
La mayoría de nosotros se ha roto o se romperá un hueso en algún momento. Todos sabemos que un hueso roto puede retrasarnos y frenarnos. No hay nada más frustrante que un largo proceso de curación mientras anhelamos volver a nuestras rutinas diarias y actividades favoritas. Asegurarse de que el hueso se cura de forma segura y adecuada es el trabajo número uno de su ortopedista. Sin embargo, hay algunas medidas que se pueden tomar para acelerar de forma segura la curación de un hueso roto, y un programa de fisioterapia de alta calidad y adecuado a la lesión ocupa un lugar destacado en la lista.
Según la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos, el plazo depende de la edad del paciente y del tipo y localización de la fractura. La curación puede oscilar entre 6 semanas, o incluso menos, en el caso de ciertas fracturas de brazo y muñeca, y 6 meses en el caso de fracturas de pierna más complicadas.
La circulación es esencial para la reparación de los huesos, por lo que mantener la sangre fluyendo a través del ejercicio ayuda a la curación de los huesos. Esta es una de las razones por las que la fisioterapia es tan importante para promover una curación segura y rápida. El ortopedista y el fisioterapeuta trabajarán juntos para crear un programa que le ayude a curarse y a recuperar la fuerza y la amplitud de movimiento.