
Como sanar despues de una traicion
Cómo curarse de la traición en el matrimonio
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El trauma de la traición puede ser increíblemente complejo y difícil de entender. Puede implicar una variedad de emociones, incluyendo dolor, confusión, traición y rabia. Aunque la experiencia de cada persona es única, suele haber varias etapas por las que las personas pasan cuando experimentan un trauma por traición.
La primera etapa del trauma por traición suele ser el shock y la incredulidad. Es cuando la persona se entera de la traición y no puede creer que haya ocurrido. Puede sentir que está en un sueño o que se va a despertar y que todo va a estar bien.
Esta etapa puede durar unos días o semanas, dependiendo de la gravedad de la traición. También pueden sentirse insensibles y desconectados de lo que ocurre a su alrededor. Esta etapa puede ser muy confusa y abrumadora.
La etapa de negación es cuando la persona intenta alejar lo que ha sucedido y fingir que no ha ocurrido. Esta etapa puede durar unas semanas o meses y puede ser muy frustrante para los amigos y familiares que intentan apoyarles.
Síntomas físicos del trauma de la traición
El trauma por traición difiere enormemente de otros tipos de trauma porque no sólo implica la experiencia del abuso, sino también la experiencia de ser traicionado por una relación clave, como un padre, un cuidador, un tutor, una pareja u otra persona en la que se confía para obtener apoyo y seguridad.
Esto puede explicar por qué muchas víctimas deciden quedarse con sus maltratadores y minimizar el impacto de los abusos después de que se produzcan, o por qué los niños que están siendo maltratados en secreto pueden parecer tener una relación amorosa con su cuidador abusivo.
Aceptar que se ha sido traicionado es el primer paso para superar el trauma de la traición. Las personas que experimentan ceguera a la traición tienden a no ver su propio trauma porque puede ser demasiado abrumador y doloroso reconocer lo que ha sucedido.
Para hacer frente a estos sentimientos, muchas personas se ponen en modo de evasión minimizando la situación, fingiendo que nunca ha sucedido o “apartándose” de la vida por completo (por ejemplo, depresión, abuso de sustancias, etc.) Sin embargo, por muy difícil que sea admitir la verdad, evitarla o negarla sólo aumentará el estrés y la ansiedad que sientes.
Síndrome post traición
Después de ser traicionados, la mayoría de nosotros queremos dos cosas, normalmente al mismo tiempo. Queremos herir a la persona que nos ha hecho daño, tan profunda y atrozmente como nos han herido a nosotros, y queremos superar la situación y ofrecerle el perdón. Pero ninguna de estas tácticas funciona. Las palabras hirientes tienden a ser un boomerang y te hacen sentir tan terrible como la persona a la que querías herir. El perdón, sobre todo si es a medias, tiende a parecer condescendiente.
Sin embargo, hay acciones que puedes llevar a cabo para curarte a ti mismo. Cada herida tiene su propia historia, al igual que cada curación. Pero podemos decir esto: Puedes sanarte a ti mismo cuando has llenado el hueco que dejó la traición, y puedes sanar a la otra persona cuando dejas de lado sinceramente la necesidad de venganza.
Recuerda que las únicas traiciones que causan daño son aquellas en las que se ha roto un vínculo íntimo. El amor hace que te fundas con la otra persona, capaz de sentir sus emociones con la misma intensidad que las tuyas. Si has experimentado esa unión, sabes que es una especie de realidad superior, y cuando ese vínculo se rompe, es como si hubieras perdido la mitad de ti mismo
Signos de trauma por traición
Khalil Gibran dijo: “La duda es un dolor demasiado solitario para saber que la fe es su hermano gemelo”. De sus palabras se desprende la verdad de que podemos oscilar entre una fe inquebrantable y una duda extrema en cuestión de segundos. En determinadas circunstancias, ni siquiera podemos distinguir la duda de la fe, o podemos sentirnos consumidos por ambas al mismo tiempo.La traición es una de esas circunstancias. Sufrimos en silencio la deslealtad de una pareja, un amigo o un familiar, pero esto incrusta las emociones dañinas profundamente en nuestro ser. Nuestra confianza en los demás se erosiona si no procesamos la realidad de la traición y trabajamos sus dolorosas impresiones. ¿Y quién no ha sido traicionado? Después de que una pareja nos sea infiel, no podemos imaginar que nuestro siguiente interés amoroso siga siendo leal. Si nuestro mejor amigo nos engaña, empezamos a pensar que todos los amigos son capaces de este acto siniestro. De este modo, nos preparamos para un círculo vicioso y programamos nuestra mente para creer que la traición es algo con lo que tendremos que aprender a vivir. Pero la infidelidad de cualquier tipo puede aportar sabiduría y lecciones inestimables que hay que aprender. Y podemos tomar medidas para limpiar nuestro espíritu del sombrío pasado y, en cierto sentido, traicionar nuestra propia traición.Publicidad