
Como sanar una fistula
Operación de fístula
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La última etapa de la digestión es la recogida y salida del cuerpo de los desechos sólidos. Estos desechos (lo que queda de lo que comemos después de que el cuerpo haya tomado el agua y los nutrientes) se acumulan en el recto y luego se expulsan por el ano.
El interior del ano está revestido de glándulas y de cuatro a seis criptas o bolsas. A veces una de estas bolsas se llena de heces. Esto puede hacer que la glándula se infecte y desarrolle un absceso anorrectal.
El absceso se abre por sí mismo y drena o se drena quirúrgicamente. Una fístula es un conducto o abertura que se forma bajo la piel desde el ano hasta el exterior del cuerpo. En aproximadamente la mitad de los casos en los que se ha producido un absceso y se ha drenado, se formará una fístula entre el interior o la bolsa y la abertura por la que drenó la infección. Una fístula no sanará sin tratamiento, que implica la eliminación de la bolsa donde se inició la infección.
La mayoría de las fístulas son sencillas de tratar. Se puede abrir el tracto o la fístula, o bien extirpar completamente el tracto y la bolsa que hay en su interior. Dado que la fístula atraviesa el músculo del esfínter, que encierra el canal anal, la cirugía debe realizarse con cuidado para evitar cortar demasiado profundamente el músculo y permitir fugas de gas o heces líquidas.
Curar la fístula de forma natural
Tu médico te hará un examen físico para intentar localizar la fístula rectovaginal y comprobar si hay una posible masa tumoral, infección o absceso. El examen del médico incluye la inspección de la vagina, el ano y la zona entre ambos (perineo) con una mano enguantada.
A menos que la fístula esté muy abajo en la vagina y sea fácilmente visible, el médico puede utilizar un espéculo para ver el interior de la vagina. Se puede introducir un instrumento similar al espéculo, llamado proctoscopio, en el ano y el recto para comprobar si hay problemas.
Es posible que su médico no encuentre una fístula durante el examen físico. Pueden ser necesarias otras pruebas para localizar y evaluar una fístula rectovaginal. Estas pruebas también pueden ayudar a su equipo médico a planificar la operación.
Antes de poder operar, la piel y otros tejidos que rodean la fístula deben estar sanos, sin infección ni inflamación. Su médico puede recomendarle que espere de tres a seis meses antes de operarse para asegurarse de que el tejido circundante está sano y ver si la fístula se cierra por sí sola.
Fístula de cáncer
Es posible que le preocupe defecar después de la operación. Es probable que tenga algo de dolor y sangrado al defecar durante las primeras 1 o 2 semanas. Puede hacer que las deposiciones sean menos dolorosas tomando suficiente fibra y líquidos. Y puede utilizar ablandadores de heces o laxantes. Sentarse en agua caliente (baño de asiento) después de las deposiciones también ayuda.
Es posible que notes que sale una pequeña cantidad de pus o sangre de la abertura de la fístula. Esto es normal en los días posteriores a la intervención. Puede colocar una gasa sobre la abertura de la fístula para absorber la secreción, si es necesario.
La mayoría de las personas pueden volver al trabajo y a su rutina normal una o dos semanas después de la operación. Es probable que la fístula tarde entre varias semanas y varios meses en curarse por completo. Esto depende del tamaño de la fístula y de la cantidad de cirugía a la que se haya sometido.
Los cuidados de seguimiento son una parte fundamental de su tratamiento y seguridad. Asegúrate de acudir a todas las citas y llama a tu médico si tienes problemas. También es conveniente conocer los resultados de las pruebas y llevar una lista de los medicamentos que tomas.
Cuadro de la fístula
La fístula anal, con su complicada patogénesis, se ha considerado un reto clínico durante siglos. El riesgo de recidivas frecuentes y de incontinencia constituye una amenaza considerable en el tratamiento a largo plazo de la fístula anal. En este trabajo, revisamos narrativamente la literatura científica de las nuevas técnicas que se han utilizado para el tratamiento de la fístula anal en los últimos 5 años, evaluamos objetivamente los pros y los contras de cada técnica sobre la base de los resultados clínicos, e intentamos divulgar las estrategias eficaces para el tratamiento de la fístula anal. Hasta la fecha, la cirugía es el principal método utilizado para el tratamiento de la fístula anal, pero no existe una técnica sencilla que pueda curar completamente la fístula anal compleja. En el curso del tratamiento quirúrgico, el resultado de la curación y la protección de la función anal deben sopesarse exhaustivamente. Entre las técnicas innovadoras que han surgido en los últimos años, las técnicas combinadas basadas en el drenaje de Seton y el tapón LIFT parecen ser las terapias relativamente eficaces, pero su eficacia requiere más ensayos controlados aleatorios prospectivos multicéntricos con un gran tamaño de muestra y un seguimiento a largo plazo para ser validados.